lunes, 23 de marzo de 2009

LOS INICIOS DE INTERNET

Internet ocupa actualmente un papel fundamental en muchos aspectos de nuestra vida, pero conviene recordar que su origen es muy reciente. Hace pocos años que se ha popularizado y que se han desarrollado la mayor parte de las aplicaciones que utilizamos. Éste es un breve recorrido por su historia:

El 2 de septiembre de 1969, en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), se conectó el primer ordenador a la red de ARPANET. En pocos meses se unieron más equipos de distintas universidades, lo que permitió una mejor comunicación entre investigadores. Con el paso del tiempo, aparecieron otras redes, pero todas eran cerradas e incompatibles entre sí. Para solucionar estos problemas de interconexión, en 1973 se creó el llamado protocolo TCP/IP (el lenguaje que utilizan los ordenadores para entenderse). En la actualidad continúa en vigor.

La Red era básicamente textual, pero esta característica iba a empezar a transformarse con la aparición del término ciberespacio, inspirado en los videojuegos. Su creador fue William Gibson, autor de una novela de ciencia ficción titulada Neuromante.



Tim Berners Lee, científico del CERN (Centro Europeo de Investigaciones Nucleares), trabajaba en un sistema de almacenamiento y recuperación de datos. Retomó entonces el concepto de Xanadú de Ted Nelson, quien predijo que el hipertexto permitiría vincular todo el conocimiento del ser humano. En 1989, Berners Lee presentó El manejo de la información: una propuesta. Creó el lenguaje HTML, específico para estructurar documentos de texto y en el que se “escriben” las páginas web, y que permitía los hiperenlaces o links. Se produce entonces una revolución en Internet, pues ya resultaba posible “navegar”, moverse de un contenido a otro con un clic.



Empezaron a aparecer numerosas páginas web interconectadas, y en 1990 decidieron ponerle nombre a este sistema: Worl Wide Web (telaraña mundial). No hay que confundir Internet con las propias páginas web, pues éstas son sólo una de sus muchas aplicaciones (como el correo electrónico, la mensajería instantánea...).



Ese mismo año, ARPANET dejó de funcionar, al tiempo que surgían páginas personales, medios de comunicación online... Paralelamente, cada vez más hogares y oficinas contaban con PCs, ordenadores con la potencia necesaria para navegar por Internet.

Para desplegar toda la información, se hizo necesario un programa de computación que funcionase como un intérprete de las etiquetas, un navegador. Al principio, sólo eran capaces de mostrar texto, hasta la aparición de Mosaic en 1993, el primer navegador gráfico. Sentó las bases para los actuales navegadores, puesto que era capaz de trabajar con imágenes, audio y vídeo, y permitió que Internet comenzase a abrirse al gran público.

En 1994, Netscape tomó el relevo de Mosaic. Se convirtió en el navegador más popular de finales de los años 90. Curiosamente, Microsoft no creyó en el poder de Internet hasta mediados de los 90, así que para entonces ya existían varios navegadores consolidados en el mercado. Comenzó entonces la llamada Guerra de los Navegadores, entre Netscape e Internet Explorer (de Microsoft) por hacerse con el control. Finalmente, éste ganaría la partida y se convertiría en el navegador más utilizado; en los últimos tiempos, le han surgido nuevos competidores, como Mozilla Firefox, que cada vez cuentan con más usuarios.

De este modo, podemos concluir que la World Wide Web fue lo que realmente impulsó a Internet, pues convirtió esta red de herramienta de científicos e investigadores en un medio de comunicación de masas de cobertura mundial. Ya estamos en el ciberespacio...

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